Con motivo de la celebración de los 100 años de Freixenet, fui invitado a participar en la exposición “100 botellas, 100 artistas, 100 años de Freixenet”, en la que cada artista, diseñador o fotógrafo hacía su interpretación a partir de una botella de cava.
En mi caso, y como diseñador industrial, no pude evitar pensar en el uso de la propia botella, en el entorno, y como no, en su producción.
Las botellas se venderían a un precio simbólico y toda la recaudación se destinaría a una obra social. Por tanto, la botella iba a ser transportada por su comprador hasta su domicilio y posiblemente guardada, tanto llena como vacía.
Este planteamiento me llevó a pensar en la idea de diseñar un “porta botella”, que fuera fácil de transportar, que pudiera sostenerse de pie y que fuera fácil sacar y volver a colocar la botella.
Ya que la mayoría de participantes éramos de Zaragoza el motivo estético quería que fuera local, por eso elegí la figura de laVirgen del Pilar. Pero para que no le quitase protagonismo a la botella, principal elemento de la obra, decidí optar por fabricar el “porta botella” en metacrilato transparente.
Para su producción opté por el corte y grabado por láser. El corte láser tiene la ventaja de dejar los cantos de la pieza brillantes, y el grabado láser permitía añadir una gráfica blanca que encaja a la perfección.
